UNA CRECIDA DEL VINALOPÓ QUE OCASIONÓ VÍCTIMAS EL 12-09-1897

            Durante los meses de septiembre y octubre en nuestras tierras se producen frecuentemente intensas lluvias que han generado en distintas ocasiones copiosas riadas en los ríos Vinalopó y Tarafa, destrozando las obras hidráulicas que contenían los ríos, como acequias, cañerías, molinos, rafas, puentes, etc.

            El 12 de septiembre de 1897 una súbita crecida del Vinalopó y la imprudencia de atravesar el río en el momento que venía crecido, ocasionó una desgracia para algunos vecinos de Aspe. Según testimonia la prensa, un carruaje que procedía de Orito intentó atravesar el río Vinalopó a la altura de la Monfortina, siendo arrastrado el vehículo por el ímpetu furibundo de las  aguas.

La participación de algunos vecinos de Novelda, más la acción del alcalde y la arriesgada intervención de varios agentes de la Guardia Civil del puesto de Novelda, permitieron rescatar de la fuerza arrolladora de las aguas a Rafael Berenguer Urios, natural de Aspe y vecino de Orán, a Manuel Benavente Valcárlos, natural y vecino de Madrid, y a Francisca Mira Pujalte, natural y vecina de Aspe. Desgraciadamente perecieron ahogados la joven Josefa Miralles de 16 años, sobrina del alcalde de Monfonte recuperada del interior del carruaje; un niño de 13 años llamado Jesús natural de Aspe, que fue hallado en la rambla del río  en el paraje denominado el Azud; y ya en las inmediaciones del pantano, en término de Aspe, fue encontrada sin vida Josefa Berenguer García, natural de Aspe, de 25 años de edad.

            En épocas de lluvias intensas, vadear el río Vinalopó desde los caminos que partían de Aspe suponía una tarea arriesgada. La carretera hacia Alicante frecuentemente se inundaba cuando atravesaba el Vinalopó a la altura del Castillo del Río, ya que conformaba un badén y el puente existente tenía escasa altura sobre el cauce del río.

            Idéntica situación se reproducía en la carretera entre Aspe y Monforte del Cid, pues la fuertes avenidas inundaban el badén cercenando el tránsito, como se puede comprobar en las imágenes de 1987, pertenecientes al archivo de Ángel María Boronat.

            Afortunadamente, esta situación se ha corregido en las últimas décadas mediante la construcción de dos viaductos de mayor altura y consistencia. El actual puente sobre el Vinalopó construido en la carretera hacia Alicante se inauguró en 1977, y el puente edificado en la carretera hacia Monforte del Cid se abrió al tránsito a comienzos de la década de 1990, disminuyendo sensiblemente el riesgo para el tránsito de los vehículos.