LOS MALTESES
EN ASPE A FINALES DEL SIGLO XVIII: LOS VENECIANO,
ESQUEMBRE, ESPAÑOL, ATTARD, BONAVÍA Y CARUANA.
Publicado en revista de la Serranica nº 43, 1998
El trabajo de investigación que
presentamos, revela los orígenes de algunos pobladores asentados en Aspe. Saber
más del pasado, ayuda a vivir el presente, es como una manera de rendir tributo a nuestros mayores, puesto que somos
la consecuencia de su paso por la vida. Ha sido reconfortante hablar con
personas de otros pueblos; encontrar sentido a canciones populares como «Teresa
la maltesa tipití
tipitesa»; consultar con
la embajada de Malta, que nos envió páginas telefónicas repletas de apellidos
como Schembri o Spagnolo; descubrir que existe un nexo familiar entre los que
nos llamamos Esquembre, Español, etc.
Por último, rendir homenaje a
nuestra abuela María «La Felpa», gracias a ella que siempre nos recordó que
veníamos de una isla del Sur Mediterráneo y a nuestro hermano Carlos, que si
estuviese entre nosotros hubiera realzado con su conocimiento lo que aquí damos
a conocer.
Durante el
siglo XVIII y especialmente en su segunda mitad, un importante número de
malteses vinieron a España, ubicándose a lo largo de la franja costera
mediterránea y la zona atlántica andaluza (Cataluña, Reino de Valencia, Murcia,
Andalucía); ejercían abrumadoramente la misma actividad económica: La venta de
lienzos y telas al por menor, con intención en su gran mayoría de ganar dinero
y retornar a su patria, aunque algunos de ellos se integraron en la vida
española y no retornaron
Hemos constatado que se instalaron
en localidades alicantinas como Orihuela, Elche, Novelda, Ibi, Alcoy, Alicante,
San Juan, Albatera, Crevillente, etc. A Aspe llegan escalonadamente formando una pequeña comunidad, algunos de
ellos arraigan y forman aquí sus familias. Los registros notariales y algunos
libros conservados en el archivo parroquial y municipal nos han revelado datos
para conocer aspectos de la vida
económica y social de los malteses que se afincaron en Aspe. Los exponemos por
orden cronológico:
FRANCISCO
VENECIANO (Venezziano)
Nacido en 1735 en Tarxien[1], desposado con Ana
Spiteri, está avecindado en Aspe desde 1769 como comerciante de ropas. Se ve
afectado por la orden de la
Junta de
Comercio y
Moneda de 11-1-1771, que regulaba la presencia de malteses en España; obligándoles a renunciar a su
nacionalidad y convertirse en españoles, tener abierta casa–tienda fija, no
salir de España sin permiso, y los casados traer sus mujeres en el plazo de un
año. Tal disposición la cumple el 14 de febrero ante notario, haciendo
acatamiento a la ley y juramento de renuncia a su fuero natal[2]. Al año siguiente, todavía
no había traído a su mujer de Malta, excusando que su ancianidad le impedía el
embarco, pero que repetiría la orden para la primavera siguiente.
Veneciano no manifiesta interés por
afincarse en Aspe, pues durante los años en que está instalado en el municipio,
no registra posesión alguna a su nombre.
Debía realizar asiduamente viajes a Malta e Italia, donde tenía intereses
comerciales, posiblemente por este motivo, otorga en febrero de 1775 poderes
notariales a Francisco Amorrich, para que le represente en todo tipo de
causas. En 1776 contribuye con 38 libras y 12 sueldos
para el pago del Real Equivalente.
Su hija, María Veneciano, escritura
cartas matrimoniales en Aspe con Jaime Esquembre[3], expresando que su padre
está ausente en paradero desconocido, y su madre difunta, por lo que del núcleo
familiar de los Veneciano, únicamente permanecen en la Villa , las hijas María y
Jacinta Ana María en 1780.

Bando para avecindamiento de malteses |
JAIME
ESQUEMBRE AQUILINA (Schembri)
Nacido en Zabbar en 1755, reside en
España en torno a 1767, probablemente instalado en Alicante con sus familiares
Bernardo y Juan Aquilina, comerciantes,
aprendiendo el idioma y la profesión de comerciante. Desde 1778 a 1780 es vecino de
Novelda[4], ejerciendo como vendedor
de telas. Contrae nupcias en Aspe el 8-4-1780 con María Veneciano, escriturando
Cartas Matrimoniales, donde María aporta una dote al matrimonio en muebles y
ajuar por valor de 1.229 reales plata y 8 dineros[5].
Tras su boda se afinca definitivamente en Aspe. En 1783 alquila una
casa en el denominado Arrabal de la
Iglesia -zona que abarca un conjunto
de calles entre las que se encuentran
Antonio Soria, Virgen del Carmen, San Rafael, Ermita de la Concepción,
San Jaime, etc.-. Instalada su tienda de
ropas en este arrabal, su negocio poco a poco va prosperando y le permite ir
acumulando posesiones rústicas y
urbanas. En sus primeras adquisiciones
patrimoniales utiliza el pago mixto, es decir la parte más importante en
efectivo y una parte «en especie» con determinadas cantidades de telas de
lienzo, terciopelo, etc.
Su tienda se hizo muy popular en el
pueblo y las gentes de Aspe empezaron a denominar «Calle del Maltés», al lugar donde Jaime
Esquembre tenía instalado su negocio de telas. En documentos notariales de 1811
aparece nominada la “Calle del Maltés”,
y esta designación perdurará hasta el año 1942 en que se cambia por la actual calle
de Antonio Soria[6].
Su actividad comercial no se ciñó a
la venta de lienzos, así en diciembre de 1798 se le confiere el Estanco de la Pólvora y Municiones de
Aspe, cuya adjudicación la ejercía el
administrador de la Real
Venta de Pólvora de Elche, estando Jaime obligado a hipotecar
suficiente patrimonio para garantizar el pago de la mercancía que se le
entregaba[7]. Nos consta que uno de sus
proveedores textiles era Agustín Pesseto, vecino y comerciante de Orihuela, al
que mediante escritura se obliga a pagar 2.000 reales, como resto de una
cantidad mayor, procedente de diferentes géneros de ropa que le entregó Pesseto
en marzo de 1813[8].
Jaime Esquembre representando a su
mujer María, y a su cuñada Jacinta Ana María, (de la que es tutor por ser
huérfana y menor de edad tras el fallecimiento de sus padres) otorga poderes
notariales a favor de Juan Aycolina en Junio de 1789, maltés residente en la Isla , en el lugar de Zabbar,
para que cobre y gestione las herencias y propiedades que mediante testamento
rubricado en 1787, había dejado
Francisco Veneciano a sus hijas, tanto
en Malta como en otros lugares. En el
poder otorgado a Aycolina se cita como débito: «Pida, reciba y cobre del
Grande Señor Vicenzo Starrabba, Príncipe de Eiardinelli, en Pachino, en
Sicilia, la suma de dinero que el supracitado Franco Veneciano suegro
de este otorgante dexo...[9]»
El temor que produjo la revolución
francesa en los gobernantes españolas, hizo que se intensificase el
control sobre los extranjeros,
obligándoles a adoptar la nacionalidad española, renunciar a sus cónsules,
jurar profesión de fe católica y adhesión al rey. Cuando este dictamen se hace
cumplir en Aspe en Julio de 1791, residían en la villa cinco malteses, salvo
Jaime Esquembre, los demás se negaron a prestar juramento y se marcharon[10]. Quizá algunos de los que
se marchan, son los que posteriormente volvemos a localizar en Aspe.
En el siguiente cuadro reflejamos el
valor en reales, de las propiedades que Jaime compró y registró mediante
escrituras notariales:
AÑOS _ COMPRA VENTA SALDO
ARRIENDO_
1783-1790 4230 -
4230 900
1791-1800 45870 - 45870 3058
1801-1810 74235 6000 68235 -
1811-1820 1650
79185 -77535 -
1821-1827 - 7 175 -7.175
-
Observamos que la mayor pujanza
económica la alcanzó entre 1791
a 1810, adquiriendo
varias casas en una calle sin
designar del Arrabal de la
Iglesia
(denominada después calle del Maltés), otra casa en calle de la Ermita
de la Concepción, además de un importante volumen de tierras en secano y
regadío, emplazadas en distintos parajes del municipio, junto a alguna venta de
animales de carga.
Algún documento de la época designa
a Jaime Esquembre como hacendado,
calificativo en consonancia con el
patrimonio que acumuló. En el periodo que
comprende desde 1811 a 1827 vende una
numerosa cantidad de sus propiedades, motivado a nuestro entender, para
financiar económicamente a sus hijos que se estaban estableciendo como
comerciantes en diferentes poblaciones. Así
Jaime y Francisco en Aspe, donde
Francisco aparece bien posicionado económicamente, como continuador del negocio
de su padre, Miguel en Novelda, Antonio en Alicante, incluso la profesión se
prolonga a la tercera generación, en sus nietos Salvador o Miguel Esquembre
Caruana, éste último se instala en Villena.
En lo relativo a su instrucción
académica, Jaime carecía de estudios, pues en los documentos siempre expresa
que no sabe firmar.
JUAN
ESPAÑOL GALIA.
Natural de Zejtum. El registro más
antiguo lo sitúa en Aspe en 1799 cuando arrienda tierra en la Huerta Mayor , aunque
probablemente Juan y algunos otros compatriotas suyos estuvieran avecindados con anterioridad. Se casa con
Jacinta Ana María Veneciano (¿1800?) dedicándose igualmente a la venta de
tejidos y ropas.
Instala su negocio en la zona del
Arrabal de la Iglesia ,
obteniendo un éxito de proporciones similares a su cuñado Jaime Esquembre, en
virtud del importante volumen de propiedades que acumula.
En 1803 Jaime Esquembre y Juan
Español, representando los intereses de sus consortes, revocan el poder que el
primero había otorgado en 1789
a Juan Aycolina, por
haberse
incautado éste de dinero y propiedades, y hasta la fecha, no había dado cuenta
ni razón de las mismas. Asimismo nombran nuevo apoderado a Nadal Manuel,
maltés residente en Alicante. Esta acta
notarial no debió surgir efecto, pues en 1816 repiten la revocación de Aycolina
y la nueva asignación a Nadal Manuel, que ahora reside en la población de Zejtum,
en Malta[11]. En esta escritura posterior, junto a los precitados se añade un nuevo otorgante, Julián
Prieto, marido de Francisca Antonia Veneciano Tudesco, hija en segundas nupcias
de Francisco Veneciano. Y a las reclamaciones de herencias y propiedades solicitadas desde
1789, se demandan ahora los bienes que haya podido dejar el difunto don Miguel
Ángel Veneciano, presbítero maltés, tío de las consortes. Don Miguel Ángel estuvo residiendo en tierras
alicantinas, pues acude a Aspe entre 1782 y 1790 para bautizar a cuatro de sus
sobrinos según consta en las actas de bautismos de la parroquial.
Al alcanzar una posición acomodada,
Juan Español busca instalarse en un emplazamiento más céntrico, por ello
permuta en abril de 1815 dos casas que posee en la calle de la Ermita , más la entrega de 1.875
reales, a cambio de una casa situada en la Calle Mayor , aunque su
tienda permanece en el Arrabal de la Iglesia.
Queda viudo y contrae nuevas nupcias
con Ana María Esquembre Veneciano el 9 de mayo de 1818, pasando a ser yerno,
además de cuñado de Jaime Esquembre. Por impedimentos no realiza la escritura
de Cartas Matrimoniales con su segunda
esposa[12] hasta el año 1826. En
esta carta-dote aportaba bienes al matrimonio por valor de 77.910 reales, reflejándose entre otros bienes, el valor de las
existencias de su tienda en 41.000 reales, más 12.000 reales en efectivo para
compra de géneros, datos indicativos del elevado volumen de su comercio.
Entre sus aficiones, Juan Español
era amante de la música, pues Juan y su
hijo Francisco, constan como
miembros integrantes en el acta fundacional de la agrupación musical aspense
que se constituye en 1825[13].
Juan realiza algunas operaciones
comerciales con miembros de su familia, así conjuntamente con su cuñado Julián
Prieto, tenía en propiedad un horno en la Calle Alta que arriendan, y cuyo valor se fue
depreciando de 2.040 reales
a 1.500 reales entre 1825 y 1829.
También adquieren una casa en la calle de la Luna por valor de 1.770 reales en
1828. Además, Juan fue el adquiriente
más importante de las propiedades vendidas por Jaime Esquembre, ascendiendo a
un importe de 30.945 reales.
En el siguiente cuadro vemos el
montante de sus operaciones:
AÑOS COMPRA VENTA SALDO ARRIENDO
1798-1800 - - - 600
1801-1810 39405 9525 29880 1792,5
1811-1820 73455 10980 62475 -
1821-1830 12045 2250 9795
-
Entre sus bienes figuraban dos casas
en el Arrabal de la Iglesia ,
otras dos casas en calle de la Ermita de
la Concepción, un importante volumen de tierras en secano y regadío, etc.
Enviuda por segunda vez, y ya enfermo por causa de un fatal accidente, redacta
testamento en 1830[14], lega todos sus bienes
por partes iguales a sus doce hijos, nombrando a Ángel Bonavía, curador y
representante de sus diez hijos menores y albacea testamentario. En sus últimas
voluntades reconoce deuda de 1.000 reales a Juan Casas, comerciante de San
Felipe (Xátiva), seguramente proveedor de géneros.
En septiembre de 1833, difuntos
Jaime Esquembre y Juan Español, los seis hijos habidos del primer matrimonio de
Juan Español, otorgaron un poder notarial a Juan Borg[15], presbítero maltés
residente en Zejtum, a fin de que gestionara y vendiese una casa situada en la
villa de Luqa y un bancal en la partida de Jancira, dentro de la misma
población, herencia que les había
correspondido de su abuela materna Ana Spiteri.
SALVADOR y
LORENZO ATTARD CACHIA
Los hermanos Salvador y Lorenzo eran
naturales de Zejtun, y de igual modo comerciantes de tejidos y lienzos en
negocio común. Hallándose solteros, adquieren conjuntamente una casa en el
Arrabal de la Iglesia en 1798, que venden con posterioridad.
En julio del
mismo año, Salvador, gravemente enfermo escritura testamento, reconociendo en
sus disposiciones que junto a su hermano Lorenzo, tenía contraído un débito
procedente de géneros que habían adquirido en Malta, Alicante y Cartagena, y
que después de pagados todos los gastos de su funeral, legaba los restantes
bienes a sus padres en Malta, nombrando como
albaceas a su hermano Lorenzo, junto a Joseph Bonavía, aunque el testamento no se
hizo efectivo al sobreponerse a la enfermedad.
Salvador
contrae matrimonio con Rosalía Cánovas, continuando en el ejercicio de
comerciante, que alternaba con el cultivo de tierras arrendadas en la Huerta Mayor. Como
podemos apreciar en el cuadro, sus propiedades fueron reducidas, una casa y un
pedazo de tierra en secano:
_AÑOS COMPRA VENTA SALDO ARRIENDO
1798-1800 - - - -
1800-1810 1.110 - - 4.594
1811-1814 3.412,5 - - -
Fallecido
Salvador en 1814, su viuda Rosalía obligada por la necesidad económica, permuta
en 1817 su casa situada en la calle San
Rafael[16], por otra de inferior
valor en la calle la Reina ,
obteniendo la diferencia en metálico, además recibe permiso judicial para
vender los escasos bienes que correspondían por herencia a sus hijos,
manifestando la perentoria necesidad que padece para sustentarlos y vestirlos.
Lorenzo contrae
nupcias con Teresa Sánchez, y al igual que Salvador, trabaja
simultáneamente en la actividad
comercial y en las labores agrícolas. En 1799 arrienda una casa en la calle de La
Iglesia y tierras. Posteriormente adquiere
algunas propiedades y una vivienda en la calle del Carmen.
Su mujer recibe en herencia algunas
tierras, que al ser medidas presentan una mayor extensión que la declarada ante
el patrimonio señorial. De este excedente, el administrador de rentas
señoriales confecciona una nueva escritura notarial, entregándoselas a Lorenzo
en establecimiento enfitéutico como si se tratara de un nuevo repoblador[17]. Estas posesiones sitúan
a Lorenzo en una posición desahogada, ya que la matrícula de extranjeros que
remite el Ayuntamiento al corregidor de Orihuela en 1805, lo califica como
hacendado, aunque los registros notariales no indican un patrimonio muy
elevado:
__AÑOS COMPRA VENTA SALDO ARRIENDO
1798-1800 - 900 -900 1260
1801-1810 5.715 1050 4665 1545
1811-1820 9.345 4422 4923 -
1821-1830 - 1987,5 -1987,5 -
En 1833 Lorenzo y su cuñada Rosalía
escrituran un poder notarial a favor de
Ángel Bonavía, para que éste los represente en Zejtun, cuando se ejecute el
reparto de los bienes que quedaron en la herencia familiar, tras el
fallecimiento de los padres de Lorenzo y Salvador en Malta, estos bienes debían
compartirlos con sus hermanas Ana y María Attard, casadas y residentes Zejtun[18].
JOSÉ
BONAVÍA
Tenemos constancia de que es vecino
de Aspe entre los años 1798 y 1807. Asimismo es tratante en ropas. En la
matricula de 1805[19]
figura como casado, residiendo su mujer en Malta. No han aparecido datos acerca
de él en los registros notariales ni en el archivo parroquial. Es probable que
sea pariente de Ángel Bonavía.
ANGEL
BONAVÍA BONAVÍA
Natural de Zejtun (1785-1867),
casado con María Dolores Caruana. En 1806 ya reside en el municipio como
comerciante de tejidos. Se instala próximo a sus compatriotas, comprando una
casa en el Arrabal de la
Iglesia en el año 1811, sita en la calle del Carmen, lindando
con la casa de Jaime Esquembre y con la calle
del Maltés[20].
No persiste en su actividad
comercial, pues conocemos que ocupó cargos en la administración municipal,
siendo síndico en los años 1822 y 1825, también como hemos observado, actúa
como representante legal en algunas cuestiones relativas a sus compatriotas.
Las adquisiciones de tierras en secano y regadío, le permiten vivir con
desahogo, y en la década de 1840 su actividad profesional es la de labrador.
Estos fueron sus bienes registrados:
_ AÑOS COMPRA VENTA SALDO
ARRIENDO
1811-1820 3000 - 3000 -
1821-1830 4350 - 4350 -
1831-1840 5775 3450 2325 -
1841-1850 5790 - 5790 -
LA FAMILIA CARUANA.
Finalmente incluimos al núcleo
familiar de los hermanos Antonio, Ana María y María Dolores Caruana Capelo,
nacidos en San Juan (hijos de Fortunato Caruana de Lisla y Juana Rosa Capelo de
Bormla) y casados con malteses e hijos de malteses avecindados en la villa
aspense.
En el año 1803 Antonio Caruana
contrae nupcias en Aspe con Isabel Esquembre Veneciano, para cuyo enlace los
padres de Isabel aportan una dote
por importe de 2.223 reales en muebles,
ajuar y enseres del hogar[21]. Al año siguiente residen
en Novelda, desempeñando Antonio la actividad de comerciante, ese mismo año
fallecen sus padres en San Juan a causa de la epidemia de fiebre amarilla y
abandonan Novelda, posiblemente para hacerse cargo del negocio familiar de sus
padres.
Ana María Caruana está casada con Miguel
Esquembre Veneciano, radican varios años en Aspe, y después se trasladan a
Novelda, permaneciendo en la actividad de venta de telas.
María Dolores Caruana se desposó con
Ángel Bonavía, vivieron afincados de forma permanente en Aspe. En un acta
notarial del año 1818[22], las hermanas Ana María,
María Dolores y Margarita Caruana, junto a sus consortes, confieren poderes
notariales en Aspe a Nadal Manuel y Vicente Taboni, vecinos de Zejtum, para que
éstos gestionen y vendan una casa que quedó en herencia de sus padres, en la
calle Mayor de la ciudad de Lisla, así como otros bienes que pudieran haber en
Malta.
Con los datos expuestos, podemos
perfilar una serie de rasgos comunes para los malteses aspenses:
- Su actividad profesional la
inician en viviendas alquiladas, y posteriormente la totalidad de los isleños
compran casas en la zona del Arrabal de la Iglesia , residiendo muy próximos entre sí, en
torno a la calle del Maltés.
- Todos son
vendedores de lienzos y telas, como la gran mayoría de sus paisanos venidos a
España; las razones de desempeñar esta profesión las apunta Carmelo Vassallo[23]. Esencialmente son dos
causas:
1.- Malta en
esta centuria, es una gran productora de algodón hilado, que suministra a los grandes
centros manufactureros de Italia, Francia y España. Esto a su vez provoca un
comercio recíproco, adquiriendo los malteses en estos lugares géneros textiles
a unos precios muy competitivos, y viniendo a España buscando nuevos horizontes
económicos en la venta de telas al detalle.
2.-La alta
densidad demográfica que registraba Malta en este período, permitiendo la
emigración de muchos jóvenes que encontraron el sustento económico ejerciendo
esta profesión.
- Las familias maltesas residentes
en Aspe, siguieron la pauta de liquidar sus propiedades heredadas en Malta,
claro síntoma de su integración en la vida española y de la desvinculación de
su país de origen. Esto se refleja en varias de las matrículas de extranjeros
que envían las autoridades aspenses al corregidor de Orihuela, donde se les
describe como perfectamente asimilados en la comunidad local. No obstante, se
aprecian rasgos de ser un grupo
relativamente hermético, pues entre
ellos actuaban como albaceas testamentarios o apoderados, realizaban
compraventa de propiedades, y a la hora de contraer nupcias buscaban pareja
entre sus compatriotas y enlazaban matrimonialmente a sus hijos mayores, con
hijos de otros malteses residentes en Alicante.
- En líneas generales, disfrutaron
de un buen status económico, incluso algunos llegaron a acumular un
importante patrimonio.
- Y para
finalizar, procedían íntegramente de
poblaciones ubicadas en el interior de la Isla , con un neto predominio de Zejtun sobre los
demás municipios.
Al mismo tiempo que los malteses;
estaban instalados en Aspe un grupo de franceses reputados como transeúntes,
foráneos no sujetos a las leyes españolas sino amparados al fuero de su país,
ejercían el oficio de caldereros y al desencadenarse la guerra de la
Independencia entre España y Francia en 1808 fueron expatriados,
embargados sus bienes y vendidos, y el
importe ingresado en la
Real Tesorería del Ejército.
A mediados del
siglo XIX, se incorporaron al vecindario aspense algunos apellidos de origen
italiano, que no provienen directamente de los nativos de aquel país, sino de
sus descendientes que se instalaron procedentes de otros pueblos de la
provincia. Así los Rebagliato procedentes de Génova vía Almoradí, los Braceli procedentes
de Milán vía Elche, o los Carrazzoni oriundos de Nápoles vía Alicante.
Hemos
contactado con algunas personas descendientes de los “malteses aspenses”, a los
que agradecemos su interés y colaboración. Han sido el villenense don Vicente
Prats Esquembre que ha reproducido la rama familiar de su ciudad y que convocó
en Villena un día de convivencia de los Esquembres (19 de septiembre 1981), donde reunió a más
de 400 familias de apellido Esquembre, procedentes de toda España. Al año
siguiente viajó a Malta, entablando relaciones fraternales y culturales con
nativos de aquella nación. Asimismo, el alicantino don Vicente Esquembre Box,
que tiene elaborada la rama familiar de los Esquembre en Alicante, y
que junto a nuestro paisano, el desaparecido canónigo don Pedro Esquembre,
reprodujeron algunas de las recientes
generaciones del árbol genealógico de los Esquembres alicantinos. También agradecemos
la colaboración de don José María Esquembre Miralles de Aspe, la del profesor
don Francisco Vicedo, por los datos que
nos ha facilitado y al párroco don Francisco Ferrández, por las facilidades
dadas para consultar el archivo parroquial.
Juan
Martínez Español
Gonzalo Martínez
Español
Marco Antonio
Martínez Español
BIBLIOGRAFÍA Y NOTAS:
[1] Archivo Municipal de Orihuela. Legajo nº
1.940. La fecha de nacimiento, al igual que las otras que aparecen en el
artículo son aproximadas, pues están calculadas sobre la edad que expresan
tener en un determinado año.
[3] A
M N Protocolo de Llopis Gumiel 1780-81.
[6] CALATAYUD GIL, Pablo: Anales de las Fiestas de la Virgen de las Nieves en la
Época Contemporánea., pag. 14. La
Verdad , Murcia, 1958. El tecto expresa: « ...El día 7, a iniciativa de nuestro querido
amigo y paisano, el gran aspense y ferviente devoto de la Virgen de las Nieves, Luís
Cremades y Bernal, tuvo lugar el descubrimiento de la lápida que da el nombre
de don Antonio Soria y Gabaldón a la antigua calle del Maltés...»
[10] VILAR, Juan Bautista: Orihuela una ciudad valenciana en la España Moderna , cita el
siguiente texto: «... en el pueblecito de
Aspe. Residían allí cinco individuos oriundos de Aseiton, isla de Malta. Todos
vendedores de lienzos. Si exceptuamos uno residente veinticinco años en España,
con mujer y cuatro hijos, los demás se negaron a prestar juramento y
abandonaron el paí.». (AMO, Amr. XVIII, leg. 31). Las signaturas del archivo han cambiado y no
hemos podido localizar este documento.
[23] VASSALLO, Carmelo: “Los malteses en la Valencia del siglo
XVIII”, dentro de: Actas del Primer
Coloquio Internacional Hispano Maltés de Historia. Madrid. Ministerio de
Asuntos Exteriores, 1991.
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